lunes, 17 de mayo de 2010

- "HOMENAJE A LA MADRE TERESA DE CALCUTA" -

QUE ME TRAIGA A ESE NIÑO,
YO LO AMARE

Oponiéndose la Madre Teresa
al aborto y a favor de la vida
pidió a cada embarazada
le entregara a sus niños en custodia.

“Si vosotras no los queréis
dejadlos que sean míos
la muerte no les deis
no los dejéis en el olvido”.

No se postuló para ser madre
con ello ya nació
para ser la más grande y bendita
Madre de la humanidad.

Y rezó al Cristo Santo
por aquellos no nacidos
para que terminara el espanto
para los sin amor concebidos.

De aquellos tan pequeñitos
que no podían hablar
fue la voz y la conciencia
y el llanto sin escuchar.

Se aferró a las cuentas
de su rosario al rezar
para pedirle a María
escuchara su penar.

Pidió por un trozo de cielo
porque de nada se los podía culpar,
pues ellos no tenían la culpa
de que no los supieran amar.

Y Dios en su sabiduría
no pudo dejar de escuchar
porque aquella mujer bravía
tan solo sabía amar.

“Un trozo de cielo para los niños,
para los niños que no han de nacer,
yo te ofrezco Señor mi cielo, haz con el lo que debas hacer.”

LA SIERVA DE TODOS
LOS SIERVOS DE DIOS

Mensajera del amor
siempre dispuesta a ayudar,
tendiendo una mano, ofreciendo una flor
brindando a todos un poco de paz.

Su camino fue siempre difícil,
no se puede en tierra árida sembrar
pero su amor tubo tanta nobleza
que pudo narcisos en aquellos campos cosechar.

Al más pequeño de sus hermanos, sirvió,
cubrió con su manto toda desnudez
y no le quedó nada pues todo lo dio.

Mas era tanta su riqueza
que en la nada volvía a surgir
la riqueza ya gastada
de su purísimo vivir.

Por el viento voló su pasión,
por el cielo subió su anhelo,
raro y curioso vuelo
de su loco corazón.

Por la tierra arrastró su locura
y en un suspiro se hizo luz,
hiriente y dolorosa cruz,
amante y pura frescura.

Bajó una estrella de rocío
hacia la profundidad de su corazón,
enloquecida ya su razón
de su amante y caudaloso río.

Dios la llenó de gracia
por llevarlo dentro de sí,
por haber sembrado en tierra árida
con tesón y frenesí.

Por haber cosechado rosas
en donde nunca nadie sembró
depositando nuevas estrellas
en los lugares por donde caminó.


VEN Y SÉ MI LUZ

Oye niña, cuéntame, como es que siendo tan pequeñita
tu corazón ha tenido la grandeza
para entregarse a Dios?

Cinco años y esta niña
que entró en común unión con Dios
ya pertenecía a la viña
del mas Grande Señor.

Más no pasó mucho tiempo
y la adolescencia llegó
y con ella la entrega perpetua
a Dios Nuestro Señor.

Se dice que Dios suplicando
le dijo: “Ven y sé mi Luz”
porque el amor en el mundo está agonizando
y yo seguiré muriendo en la Cruz.

Pero si tú no me dejas solo
y te antepones a toda clase de dolor
harás por cada uno de tus hermanos
lo que solamente puede hacer el amor.

Unta tus manos con las heridas de los niños,
saca a los ancianos de las calles corrompidas
y lo que hagas por cada uno de ellos,
lo harás por mí, curando sus heridas.

Y sin olvidar de acariciar con sus dedos
las cuentas del rosario que colgaba
supo que no sería fácil
el camino por el que ella caminaba.

Mas su amor era tan fecundo,
tan grande su nobleza
que esparció de su amor, la belleza
en este mortificado mundo.

Y donde ella caminó,
de sus huellas brotaron flores
y en el aire dejó el canto
de los ruiseñores.

LA LUZ DE

No creí que mi lira sonara,
que mi pluma escribiese sobre vos
pues sin conocer mucho de tu vida
en tu rostro vi reflejada la luz.

Es difícil llegar a una alabanza,
donde refleje toda tu verdad,
donde muestre que fuiste la esperanza
de una parte de la humanidad.

Y de aquella otra parte
que tan solo de lejos te conoció
ha llegado tan solo a amarte
porque a sus oídos tu grandeza llegó.

Y Dios sabe donde coloca cada pieza
en este engranaje de la creación,
y llevaste a todos la tibieza
reflejada en cada oración.

Esparciste luz con tus manos
alumbrando senderos oscuros,
protegiste a cada hermano
de lo fatal e inseguro.

Dios, a tu rostro las arrugas le dio,
a tu cuerpo, la vejez en años
pero ello no te hizo daño
pues en ti la belleza floreció.

Supo en tierra árida sembrar
a la más esplendorosa estrella
sensible, fuerte y bella
deseosa siempre de amar.

Y tu amor se hizo fecundo
alzándose hacia alta mar
para recorrer el mundo.

Y fue en ese mismo jardín
donde se cultivan muchas flores
que tu has sido el puro Narciso
de resplandecientes fulgores.



domingo, 16 de mayo de 2010

EL PURO NARCISO

Santa Señora, que podría escribir yo de Vos
si el arpa que llevo a cuesta
toca acurrucada en un rincón.

No es por temor ni por otras cosas
tan solo toca así,
le gusta poner el alma
y tocar con frenesí.

Pero siempre va oculta,
mirar de lejos le parece mejor
y seguro no encontraría
las notas para cantarte a Vos.

Y aunque ha estado entre las espinas
y la han dañado sin cesar
ella siente que ahora
está rodeada de flores de azahar.

Siente el perfume de tu grandeza,
la nobleza, en tu forma de ser
y todo en ti inspira belleza
aunque no te he llegado a conocer.

Pero hay veces que no se necesita
estar al lado para saber,
porque eres como esa llama pequeñita
que siempre termina por arder.

De Dios has sido la mano
tendida para proteger
a todo aquel hermano
necesitado del querer.

Y has llenado los corazones
con la grandeza de tu vida
“Narciso que guardas la pureza
y en lo alto siempre anidas”.

Señora, Madre Teresa,
no hay palabras con las que te pueda describir
porque tantas serían pocas
y no tendrían el valor de lo que quiero decir.